Los últimos días del mes pasado, bastante gélidos por cierto, los pasé en cama aquejado por un leve resfrío. Y para no desaprovechar el tiempo, me dediqué a uno de mis pasatiempos preferidos Supongo que ya adivinasteis a qué actividad me refiero. ¡Así es, leer y leer! Pues bien, dentro de las lecturas de aquellos días, quisiera en esta ocasión destacar "Rebelión en la Granja" del escritor y periodista británico George Orwell.
Pasaron más de diez años desde la última vez que lo leí. Por aquel entonces estaba en el colegio y mi lectura del libro fue un tanto superficial. No profundicé realmente en sus cimientos, en aquella esfera de ideas y advertencias que el autor intentó transmitir a través de su obra. Sin embargo, ahora que tengo una mayor formación intelectual (desarrollada por "el peso de los años" por supuesto; ruego no me consideren un arrogante o fanfarrón) pude apreciar con mayor detenimiento los detalles que hacen que este libro sea tan especial.
La historia trata sobre un grupo de animales que viven en una granja de Gran Bretaña. Hay patos, ovejas, gallinas, perros, gatos, caballos, burros y cerdos. Un día, motivados por un discurso quimérico -cargado de aspiraciones por construir un mundo de ensueño donde todos los animales sean tratados igualmente, reciban alimento en grandes proporciones y puedan dedicar más tiempo al ocio y menos al trabajo- deciden revelarse contra el propietario de la hacienda, Míster Jones, y expulsarlo de la granja. ¡Aquí es donde comienza la Revolución de los animales!
A través de sus personajes, Orwell logra estructurar un relato vigoroso, que refleja el crudo actuar de los regímenes totalitarios. Los cerdos, los animales más inteligentes del grupo, consiguen hacerse con "el poder" gracias a su astucia y brillante oratoria y crean "el animalismo", la ideología que sustentará el nuevo orden social. Resulta tan fácil pensar en "Napoleón", el gran antagonista de esta historia, como si fuera el despiadado Jósef Stalin de la Unión Soviética o el mismísimo Kim Jong-un de Corea del Norte.
Se nos muestra cómo la ciudadanía puede ser instrumentalizada por los jerarcas e ideólogos inescrupulosos que detentan el poder. Aprovechándose de la ignorancia de las masas, los convencen de la eficacia de doctrinas que en realidad son totalmente contrarias a la dignidad humana, ideologías que pretenden rescatar de la miseria a una sociedad pero que finalmente terminan por instaurar nuevas formas de esclavitud y pobreza, tanto en el plano moral como material.
Asimismo, esta obra nos advierte que "en nombre de la Revolución" se ha pretendido muchas veces justificar los más grandes errores y horrores de que ha conocido la Humanidad. Pienso en casos como los Gulags soviéticos, la masacre de Pol Pot en Camboya o en la matanza de Katyn. Recordemos que hace tan sólo cuatro años que la DUMA (la Cámara baja del Parlamento ruso) admitió públicamente que Stalin había ordenado el asesinato de más de veinte mil soldado polacos en los bosques de Katyn, entre 1940 y 1941. Por lo tanto, estas temáticas de dictaduras y totalitarismos no son ajenos a nuestras sociedades ni a nuestras democracias. Aún en el mundo existen regímenes gubernamentales que niegan la dignidad intrínseca de toda persona y no reconocen derechos básicos como el derecho a la vida, la igualdad ante la ley, la libertad de culto o creencia, la libertad de información o la libertad para emprender cualquier actividad económica, entre muchas otras facultades o prerrogativas inherentes al ser humano.
Para sorpresa mía, releer por estos días "Rebelión en la Granja" resultó ser una grata experiencia. Recomiendo leer este libro. No es para nada extenso, se puede leer en apenas un día y es bastante profundo en cuanto a "ideas", razón por la cual se trata de un libro que invita a la reflexión.
Nº de páginas: 144 págs.
Encuadernación: Rústica
Editorial: DeBolsillo
ISBN: 9789875669062
No hay comentarios:
Publicar un comentario